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Prensa

(San Francisco, CA, 23 de febrero de 2017)— El martes, el Departamento de Seguridad Nacional publicó documentos que describen los planes para un programa de deportación masiva que se dirige efectivamente a todas las personas indocumentadas, poniendo en riesgo a millones de personas. Los planes amplían la detención obligatoria y las llamadas deportaciones “Fast Track”, que pueden llevarse a cabo sin ninguna audiencia ante un juez. Los planes también contemplan la contratación de miles de nuevos funcionarios de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), y obligar a los funcionarios estatales y locales a hacer cumplir las leyes federales de inmigración.

Los planes restablecerían el programa Comunidades Seguras (S-Comm) que la administración de Obama abandonó en 2014, luego de que el programa demostrara ser ineficaz y ampliamente criticado como peligroso y contraproducente por parte de gobernadores estatales, alcaldes, jefes de policía y líderes comunitarios en todo el país. . Los tribunales federales también anularon disposiciones importantes del plan como una extralimitación de la autoridad federal. El Departamento de Seguridad Nacional planea implementar una vez más este programa profundamente impopular e ilegal.

Las nuevas órdenes también ordenan a los funcionarios de inmigración que hagan un “uso completo” de la ley de inmigración, que parece autorizar arrestos y detenciones indiscriminadas.

Declaración de la directora ejecutiva de NCLR, Kate Kendell, Esq .:

“Este plan para las deportaciones masivas es peligroso, inmoral y una traición a los valores más preciados de nuestro país de libertad y oportunidad para todos. Estas políticas están dirigidas a millones de personas que han huido de la violencia y la inestabilidad que amenazan sus vidas y que contribuyen enormemente a nuestra economía y sociedad. Violan derechos fundamentales garantizados a todas las personas bajo nuestras leyes, y no hacen nada para hacernos más seguros. Estamos junto a esos valientes miembros del Congreso y los millones de estadounidenses que se han pronunciado para mantener vivos los ideales de libertad y justicia de nuestro país. No podemos dejar que ningún presidente gobierne por el miedo y la división. Hacemos un llamado a los funcionarios electos y a otros para que resistan estas políticas draconianas”.