A encuesta nacional publicado esta semana sobre los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que permite a los inmigrantes no autorizados elegibles que ingresaron al país cuando eran niños solicitar permisos de trabajo y alivio de la deportación, ilustra el impacto del programa en el empleo, los salarios y la educación nacionales.
La encuesta muestra los amplios beneficios económicos y sociales para quienes están cubiertos por DACA: el 96 por ciento de los encuestados están empleados actualmente o en la escuela, y muchos están obteniendo trabajos mejores y mejor pagados y buscan oportunidades de educación que antes no estaban disponibles para ellos.
Esta encuesta, que fue realizada por el Centro Nacional de Derecho de Inmigración, el Centro para el Progreso Estadounidense y el profesor Tom K. Wong de la Universidad de California, San Diego, es una de las primeras en cuantificar sistemáticamente los salarios promedio antes y después de DACA, con datos de la encuesta que muestra que los salarios promedio por hora aumentaron en un 45 por ciento después de DACA.
Aproximadamente 665,000 jóvenes inmigrantes han recibido cobertura bajo DACA hasta la fecha, y la evidencia de las mejoras significativas que este programa tiene en sus vidas apunta hacia la necesidad de una mayor expansión. En noviembre pasado, el presidente Obama tomó medidas ejecutivas y anunció una versión ampliada del programa actual de DACA, así como un programa de Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales (DAPA). Ambos programas se encuentran actualmente en suspenso ante el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito.
Los alegatos orales ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito se llevarán a cabo el 10 de julio de 2015. Debido a la demora en la implementación del programa, la vida de millones de inmigrantes y sus familias ha quedado en suspenso.