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Sin los sistemas de apoyo tradicionales establecidos, muchas personas mayores lesbianas, gays, bisexuales y transgénero terminan confiando en hogares de ancianos u otras instituciones que brindan atención a largo plazo. Hoy, el National Senior Citizens Law Center, junto con el National Center for Lesbian Rights, Lambda Legal, National Center for Transgender Equality, National Gay and Lesbian Task Force y Services & Advocacy for GLBT Elders (SAGE), lanzó un reporte mostrando que las personas mayores LGBTQ a menudo no están seguras en estas instalaciones. Casi ochocientos ancianos LGBTQ, proveedores de servicios, amigos y familiares de ancianos LGBTQ de todo el país respondieron a la encuesta.

Los números son inquietantes. Casi nueve de cada diez dijeron que pensaban que el personal de atención a largo plazo discriminaría a alguien que acudiera a un centro. Ocho de cada diez respondieron que esperarían maltrato o acoso por parte de otros residentes de hogares de ancianos. Uno de cada diez informó que el personal del asilo de ancianos no había tenido en cuenta un poder notarial médico cuando fue asignado a la pareja de un residente. Los ancianos transgénero, en particular, informaron que experimentaron aislamiento y la negativa del personal a reconocer su identidad de género.

Esta es una llamada de atención no solo para los proveedores de atención a largo plazo, sino también para la comunidad LGBTQ en su conjunto. Comuníquese con NCLR, su filial local de SAGE, el centro comunitario LGBTQ de su ciudad o la organización de la federación de igualdad de su estado para averiguar cómo puede ayudar a que las instalaciones de atención a largo plazo sean más seguras para todos nosotros.

Los resultados de la encuesta, los comentarios y los videos personales de los adultos mayores LGBTQ se pueden encontrar, así como los perfiles de los autores, en www.LGBTLongTermCare.org.

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