En abril de 2017, el Ayuntamiento de Tampa aprobó una ordenanza que prohíbe a los terapeutas con licencia participar en la práctica peligrosa y desacreditada de la terapia de conversión, que intenta cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, con pacientes menores de 18 años. Todas las principales organizaciones médicas y de salud mental del país han advertido que estas prácticas no funcionan y ponen a los jóvenes en riesgo de sufrir daños graves, como depresión, abuso de sustancias y suicidio.
En diciembre de 2017, una organización legal anti-LGBTQ desafió la ley en nombre de Robert Vazzo y David Pickup, dos terapeutas con licencia que quieren someter a menores a la terapia de conversión. NCLR, junto con el Southern Poverty Law Center, presentó amicus briefs en nombre de Equality Florida, la organización de derechos civiles más grande del estado que aboga por los residentes lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, instando al tribunal a respetar la ordenanza.
En octubre de 2019, el Tribunal de Distrito de EE. UU. Dictaminó que la ordenanza no era válida porque, según la ley de Florida, solo la legislatura estatal, no las ciudades, tiene la autoridad para regular a los profesionales de salud mental con licencia. El Ayuntamiento apeló el fallo. En nombre de Equality Florida, NCLR, SPLC y Carlton Fields presentaron un escrito amicus instando al Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito a revocar la decisión del tribunal de distrito.