Este caso trata de una pareja de lesbianas casadas que utilizaron un donante de esperma conocido para tener un hijo. La pareja crió al niño juntos durante más de dos años. Cuando la pareja se divorció, el donante de esperma presentó una demanda alegando que él, no el ex cónyuge de la madre biológica, es el segundo padre legal del niño. Según la Ley Uniforme de Paternidad de Oklahoma, existe una fuerte presunción de que ambos cónyuges son los padres legales de un niño nacido de una pareja casada. Esa presunción solo puede impugnarse en circunstancias limitadas y dentro de un estricto plazo de prescripción de dos años. Después de dos años, la presunción es concluyente y la paternidad legal del cónyuge de la madre biológica no puede impugnarse. El tribunal de primera instancia sostuvo erróneamente que debido a que la presunción marital de la UPA utiliza términos de género, no se aplica a un cónyuge del mismo sexo. En consecuencia, el tribunal de primera instancia sostuvo que el donante de esperma es el segundo padre legal del niño.

NCLR representa a Kris Williams, la esposa de la madre biológica, quien está apelando esta decisión ante la Corte Suprema de Oklahoma, con el argumento de que Oklahoma debe tratar a las parejas del mismo sexo casadas y a sus hijos por igual, como lo exige la Obergefell vs. Hodges y Pavan contra Smith.