Protegiendo Nuestro Futuro
Hace más de cuatro décadas, NCLR se fundó porque había una brecha en nuestro movimiento LGTBQ. No todos estaban incluidos en lo que entonces se conocía como el Movimiento Gay.
Trabajamos incansablemente para llenar el vacío y este compromiso principal que subraya nuestro trabajo nunca ha cambiado. Cada caso que tomamos, cada política que defendemos, cada proyecto de ley por el que luchamos, cada solicitante de asilo y persona que llama a la línea de ayuda que ayudamos, cada persona que experimenta discriminación de género en la comunidad LGBTQ, todos están conectados.
Lo hemos dicho antes y lo diremos de nuevo: nuestra lucha por la igualdad LGBTQ no termina hasta que nadie se queda atrás.
Este año nos exige más a todos. Más compasión. Más determinación. Más arena. NCLR está a la altura de este llamado apoyándose en nuestros valores, nuestra agilidad y capacidad de respuesta efectiva a desafíos imprevistos y repentinos.
Todos nos beneficiamos cuando los más vulnerables entre nosotros son defendidos y protegidos.
La igualdad no son solo leyes que protegen el empleo, la educación, la atención médica, la vivienda y la familia, sino también la dignidad y la pertenencia compartidas.
Los sistemas de opresión que plagan a nuestras comunidades están trabajando para mantener intactas las líneas históricas de inequidad. Nuestro trabajo es toda una vida de perturbar estos sistemas para promover la equidad, la justicia y la libertad.
No debemos simplemente reformar sino transformar los sistemas y estructuras que perpetúan la desigualdad. NCLR trabaja arduamente todos los días para cambiar leyes, políticas y opiniones en apoyo de la justicia LGBTQ.
“La justicia es cómo se ve el amor en público”. — Cornel Oeste
La obra
2020 ha traído angustia colectiva a la humanidad. Al exacerbar una pandemia mundial, los estadounidenses han experimentado la confluencia de la brutalidad policial, considerando el racismo sistémico y generalizado y los profundos desastres naturales como manifestaciones del cambio climático que ponen en peligro nuestras redes de seguridad social, emocional y económica.
Todo esto mientras la administración presidencial trabaja diligentemente para desmantelar muchas de las protecciones que trabajamos durante décadas para implementar.
Los intentos de despojar a los derechos reproductivos, prohibir a los solicitantes de asilo y el ataque total a las personas transgénero en la atención médica, el empleo, la educación y el derecho a la dignidad básica, el respeto y la civilidad son tácticas para dividirnos.
No funcionará.
Cuando comenzamos a trabajar para poner fin a la terapia de conversión en la década de 1990, NCLR estaba solo en la mesa. Ya no. 20 estados y 72 municipios han aprobado leyes contra la terapia de conversión hasta la fecha e innumerables organizaciones, medios de comunicación y políticos se han unido a nosotros en esta lucha. Esta es la forma NCLR — para asumir la injusticia a veces controvertida de hoy que será la causa universal de mañana.
La lucha por la justicia no solo sucede en los tribunales, en las cámaras electas o en las arenas políticas. El cambio radical en los sistemas es provocado por un cambio radical en los corazones y las mentes.
Nos enfrentamos a un llamado a la acción sin precedentes en nuestra comunidad y en nuestro país. NCLR está forjando una respuesta sin precedentes. Protegiendo nuestro futuro for TODOS NOSOTROS.