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En mayo, Shannan Wilber, directora de políticas para la juventud de NCLR, recibirá el Premio al Liderazgo 2020 del Centro de Derecho Juvenil. Este premio, otorgado a personas de todo el país cuyo trabajo ha mejorado sustancialmente las vidas de los niños en los sistemas de bienestar infantil y justicia juvenil, reconoce lo que en NCLR ya sabemos sobre Shannan: ella es una defensora feroz e incansable de los miembros más jóvenes y vulnerables de nuestra comunidad.

Shannan es una defensora de los niños de carrera. Representó a niños individuales en Legal Advocates for Children and Youth, participó en litigios de impacto y defensa de políticas en el Youth Law Center, y se desempeñó durante muchos años como Directora Ejecutiva en Legal Services for Children, una oficina legal en San Francisco que representa a niños en procedimientos de acogida, educación, tutela e inmigración.

Shannan se unió al personal de NCLR en 2013, aunque su historia con la organización se remonta a décadas, como donante, miembro de la junta y codirectora en casos relacionados con la institucionalización forzada de jóvenes LGBTQ y los derechos de los niños en los sistemas públicos. A principios de la década de 2000, Shannan trabajó en estrecha colaboración con NCLR para desarrollar protecciones legales para los jóvenes LGBTQ en sistemas de cuidado de crianza y justicia juvenil, incluidos los estándares de práctica innovadores publicados por la Liga de Bienestar Infantil de América. En 2005, colaboró ​​con NCLR y el Centro Nacional de Defensa Juvenil para lanzar el Proyecto Equidad, una iniciativa nacional dedicada a garantizar un trato igualitario y respetuoso de los jóvenes LGBTQ en el sistema judicial. Desde que se unió a NCLR, Shannan ha construido sobre esta base para integrar las necesidades y las voces de los jóvenes LGBTQ en los esfuerzos para transformar los sistemas públicos de atención en todo el país.

A través de una defensa tenaz y estratégica, Shannan ha arrojado luz sobre el sesgo estructural que daña a los jóvenes LGBTQ y socava su potencial. Ha aumentado la conciencia, ha impulsado el cambio y ha mejorado enormemente las perspectivas de los niños de nuestra comunidad. Su visión es nuestra visión: que los jóvenes LGBTQ, como todos los jóvenes, prosperen en familias y comunidades que los aprecian.

 

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