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Ayer, el presidente de Estados Unidos defendió la supremacía blanca y el racismo virulento en la televisión nacional. Se burló de los periodistas que desafiaron o cuestionaron sus comentarios, y creó una falsa equivalencia entre manifestantes antirracistas y neonazis.

Esto no es normal. Y no podemos permitir que esto se convierta en la nueva normalidad.

Trump no hizo las declaraciones de ayer en el vacío. Los hizo en el contexto de una nación que se tambalea por la reciente manifestación racista mortal en Charlottesville y una serie letal de asesinatos policiales injustificados de personas negras inocentes. A través de sus acciones, esta administración ha envalentonado repetidamente a los nacionalistas blancos y ha tolerado implícitamente los ataques contra personas de color, judíos, inmigrantes y la comunidad LGBTQ. Esta Presidencia es una tragedia nacional. Y cada día hay más víctimas.

El fracaso de nuestra nación en tratar honestamente la raza y la injusticia no es nuevo. Varias generaciones han empujado a los blancos a reconocer el legado de esclavitud y subyugación racista de nuestra nación. En repetidas ocasiones, ese legado ha sido negado, mentido y perpetuado por la gente blanca, incluso cuando ha seguido ejerciendo una carga aplastante sobre las personas de color. Pero ese fracaso pasado no tiene por qué ser nuestro futuro.

Podemos, debemos y cambiaremos este rumbo.

Como dijo una vez Elie Wiesel, “Siempre debemos tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio anima al torturador nunca al atormentado ". No hay momento para dudar, acobardarse o rechazar. ESTE es un momento en el que se requiere valor y acción moral. Ninguno de nosotros puede hacer nada solo. Pero si todos los días prometes hacer lo que puedas, sobre lo que puedas, veremos cambios. En NCLR usaremos nuestra plataforma para denunciar el racismo y la supremacía blanca y luchar todos los días por la justicia. Para mí, personalmente, significa participar en todo tipo de conversaciones, pedir a todos los que conozco que hablen y se involucren, que se involucren sin descanso y que busquen conversaciones difíciles y busquen puntos en común.

Nunca en nuestras vidas ha habido un momento más trascendente. El mundo ha sido testigo de cómo florece el fascismo. “Nunca más” debe ser nuestra promesa personal: no permitiremos que nuestra nación se deslice más hacia el abismo del odio y la opresión. Ponte de pie, habla, apóyanos a nosotros y a otras organizaciones que están contraatacando. Podemos y haremos la diferencia.

Podemos acabar con este terror nacional, pero solo si nos levantamos, resistimos y luchamos de maneras y con una pasión resuelta nunca antes desatada.

Nos comprometemos a hacer ese trabajo todos los días. Únete a nosotros.

Kate

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