Por un estrecho margen, esta nación ha elegido a un demagogo que traficaba con intolerancia, avivaba el odio racista y normalizaba la misoginia. La elección de Donald Trump como presidente amenaza los principios básicos de la dignidad humana y la justicia.
Muchos de nuestros valores más preciados —inclusión, honrar la diferencia, abrazar la igualdad, desmantelar los sistemas opresivos— están en peligro, pero no seremos disuadidos.
Este es el momento en el que estamos llamados a resistir. Estamos a punto de ser puestos a prueba como nunca antes, y hablando por mí y por NCLR, no nos detendremos, nos sentaremos de brazos cruzados o permaneceremos en silencio frente a la opresión, el acoso o la amenaza. Este resultado electoral es devastador para nuestra nación y especialmente para los más vulnerables. Pero contigo a nuestro lado, seguiremos luchando y lo haremos nunca darse por vencido. Debemos ser los que estamos esperando.
Juntos, luchamos y luchamos. Debemos aprovechar nuestro dolor, miedo e indignación y servir a la justicia.
Adelante,
Kate Kendell, Esq. Director Ejecutivo de NCLR