Alejandra es una mujer transgénero de Guatemala de 18 años que luchó por la aceptación de su familia desde muy joven. Cuando el padre de Alejandra se enteró de que ella se identificaba como niña, abandonó a la familia, dejando a la mamá de Alejandra sola para mantener a dos niños. Alejandra también enfrentaba ataques físicos y verbales a diario. Cuando los líderes locales decidieron que debería ser asesinada antes de que pudiera "contaminar la comunidad", la madre de Alejandra subió a su hija a un autobús fuera de Guatemala. Temiendo por su vida, se dirigió a los Estados Unidos, caminando la mayor parte del camino y sin descansar hasta que llegó a suelo estadounidense.
Con la ayuda del Programa El / La Trans Latina, encontró su camino hasta la puerta de NCLR. Con la ayuda de Cara Jobson, abogada de NCLR, Alejandra obtuvo asilo en septiembre de 2008.