Originario de Perú, Raúl es un hombre transgénero que, desde muy pequeño, supo que estaba en el cuerpo equivocado. Cuando era niño, se despertaba todas las mañanas esperando que su cuerpo cambiara de mujer a hombre. Su familia tuvo dificultades para adaptarse a la identidad y expresión de género de su hijo. En la escuela, soportó ataques verbales y físicos, aislamiento y acoso a diario. A pesar de los muchos obstáculos que enfrentó para obtener su educación, fue admitido en una prestigiosa universidad donde cursó su título profesional. Sin embargo, luego de todos sus esfuerzos y luchas por triunfar, la universidad se negó a otorgarle el diploma que había obtenido debido a su identidad de género.

Sin esperanzas de tener una vida pacífica en su país de origen, Raúl buscó refugio en los Estados Unidos, donde residían sus familiares. Su búsqueda de ayuda legal se prolongó durante nueve meses y estaba listo para darse por vencido cuando encontró NCLR. Raúl se dirigió a San Francisco donde procedió a solicitar asilo. NCLR, con la ayuda de la abogada pro bono Cara Jobson en Ark, Wiley y Jobson, presentó su solicitud en febrero de 2007. A Raúl se le concedió asilo en julio de 2007.