YG es una mujer transgénero de México que sufrió un severo abuso físico y mental por parte de su familia debido a su identidad de género. Al crecer, su familia insistió en que actuara de manera más “masculina” y fue abusada físicamente cuando se negó. Fue a la policía, pero ignoraron su necesidad de protección. En febrero de 2007, YG fue brutalmente golpeada por pandilleros que la dejaron sangrando por heridas en la cabeza. Temiendo por su vida, huyó a los Estados Unidos.
En febrero de 2009, fue detenida por la policía y recluida en la cárcel del condado de Yuba. Como mujer transgénero, fue alojada con prisioneros varones. Fue una situación muy desmoralizante para ella y, a menudo, luchó con su decisión de quedarse y luchar por su asilo en lugar de regresar a México, donde estaría en peligro. El primo de YG se puso en contacto con NCLR y, en febrero de 2009, NCLR, con la ayuda de la abogada de la abogada Cara Jobson, obtuvo asilo para YG en julio de 2009.