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cathy clementeRecientemente, un colega de una organización de asistencia legal me contó acerca de un cliente que vino en busca de ayuda porque había dejado su trabajo. No fue hasta que el abogado le dio al cliente una descripción general de sus programas legales, incluido su trabajo LGBTQ, que el cliente se abrió y dijo que había renunciado porque estaba siendo acosado en el trabajo por ser gay. Sin este tipo de información, nunca hubieran tenido un caso.

Esta historia reforzó lo que nosotros, en el Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas, sabíamos: que incluso un pequeño cambio en la forma en que los proveedores hablan con los clientes puede hacer que las personas LGBTQ se sientan lo suficientemente seguras para compartir sus experiencias y buscar ayuda. Esta es también la razón por la que viajé a Tennessee hace un par de semanas para capacitar a defensores que representan a personas de bajos ingresos sobre cómo atender de manera competente y respetuosa a los clientes LGBTQ de bajos ingresos. Junto con Lisa Cisneros, directora del programa LGBTQ de California Rural Legal Assistance (CRLA), capacitamos a representantes de todas las organizaciones de ayuda legal del estado que atienden a personas de bajos ingresos. Nuestro trabajo es parte del proyecto conjunto de NCLR y CRLA para mejorar este tipo de servicios legales en todo el país.

Desafortunadamente, hay miles de personas LGBTQ de bajos ingresos que necesitan servicios legales, pero la mayoría de los grupos locales de asistencia legal no están capacitados para atender a clientes LGBTQ. Como resultado, muchas personas LGBTQ a menudo se sienten desanimadas de buscar asesoramiento legal y muchas pierden la capacidad de hacer valer sus derechos. Nuestro proyecto proporciona las herramientas que estos grupos necesitan para brindar servicios respetuosos a los clientes LGBTQ de bajos ingresos y crear un ambiente acogedor para ellos en cada oficina.

NCLR y CRLA han realizado capacitaciones similares en Georgia, California y Texas. Uno de nuestros objetivos es llegar a las oficinas que atienden a las comunidades rurales. Nos complace que en estos estados, el proyecto haya llevado a cambios generalizados que han ayudado a las personas LGBTQ a acceder a servicios legales de calidad, que incluyen:

  • Reescribir los procedimientos para mostrar apoyo a la comunidad LGBTQ nunca asumiendo que los clientes no son LGBTQ y haciendo preguntas neutrales al género sobre las relaciones familiares.
  • Organizar capacitaciones legales para garantizar que los representantes legales sepan cómo abogar eficazmente por los clientes LGBTQ y sus familias.
  • Cambiar las políticas del baño para permitir que todos usen un baño seguro y apropiado.
  • Cambiar la forma en que se registra la información del caso para que los clientes transgénero siempre sean referidos por sus nombres reales, incluso si tienen un nombre legal diferente
  • Crear un grupo de trabajo LGBTQ para mejorar los servicios para clientes LGBTQ en todas las áreas de la organización.

Estamos orgullosos de que nuestro trabajo haya sido recibido con mucha emoción. Los defensores legales están ansiosos por este tipo de capacitación y desean brindar la mejor representación posible a sus clientes LGBTQ.

Nuestro objetivo es provocar un cambio a nivel nacional en todos los programas de servicios legales, para que todas las personas puedan tener el mismo acceso a la justicia.

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