Annie y Lyndy habían estado juntas durante casi trece años cuando Annie sufrió un derrame cerebral debilitante. Aproximadamente diez años después, Annie ingresó a cuidados paliativos mientras Lyndy continuaba cuidándola. A pesar de los documentos legales que designan a Lyndy como la persona responsable de tomar decisiones médicas por ella, una entidad estatal sacó a Annie de su casa compartida con Lyndy y solicitó un tutor público.

Greene y Scull vivieron juntos durante 20 años y habían ejecutado poderes mutuos para decisiones médicas y financieras y testamentos, nombrándose mutuamente como beneficiarios. En abril de 2008, los empleados del condado separaron a la pareja después de que Scull se cayera fuera de su casa compartida. En los siguientes tres meses, los funcionarios del condado ignoraron la documentación legal de la pareja, subastaron ilegalmente sus posesiones, rescindieron su contrato de arrendamiento y obligaron a Greene a ingresar a un centro de vida asistida en contra de su voluntad.